
Nadie será como aquél,
ese con quien tanto soñé.
no lo vi, lo imaginé,
nunca estuve frente a él.
Era dulce, era cortés
y por supuesto muy valiente.
Su postura, su esbeltez...
tan sencillo y tan sonriente.
Amante del romanticismo
un poco más que Romeo mismo.
Atractivo, alto, fuerte
y fiel, fiel hasta la muerte.
Nunca nadie tan sincero,
divertido, optimista,
amable y detallista,
en fin, todo un caballero.
El, que fijamente me veía
con ternura me besaba,
cada vez que yo dormía
en mis sueños lo encontraba.
idee un hombre perfecto
mil virtudes, ningún defecto.
una locura fue hacerlo
pero aún más el creerlo.